jueves, 7 de mayo de 2009

Un cuento


Mírame, mírame a los ojos. Dime eso que tanto te gusta recordarme. Aquí me tienes otra vez, derrotada ante tus pies. El día presiona mis párpados. Ahora sólo me queda perderme entre tus lágrimas anaranjadas.

Te odio. Tu mirada oscura me devuelve esa voz en mi cabeza cansada de callar durante tantas horas. No te escondas; llévame contigo y déjame caer entre las últimas nubes claras.

Te quiero. Necesito volar entre tus escurridizos colores. Necesito tus caricias azul oscuro para hacer los últimos pasos hasta mi mundo de sueños.

No te entiendo. Me haces subir en tu perfecto escenario de luces y me empujas con una fina brisa de aire templado.

Mátame. Tanta tranquilidad solo puede llevar a un frío final. Y, hoy ha llegado. Te espero y cada día llegas más tarde. No puedo resistirte más y, un 16 d’abril te digo que quiero que me ahogues con tu silencio.

Cierra los ojos conmigo. Esta noche te contaré el cuento de una realidad.

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