Hay momentos en los que necesitas huir muy lejos, coger la maleta y hacer un viaje. ¿La última vez? París. Nos marcamos un recorrido en el mapa y, cámara en mano, documentamos cada uno de nuestros pasos. Solo o acompañado, salir de noche y plantarte delante de la torre Eiffel, buscar el centro y mirarla des de abajo te hace cambiar la perspectiva de las cosas. De vez en cuando un punto y aparte ayuda a hacer la lectura más agradable; distinta.
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